PRIMERA SESIÓN: 28 octubre de 2016
- Presentación del grupo y de los coordinadores y descripción de la estructura de la escuela de padres, en torno al eje de la comunicación como elemento presente en todas las interacciones que se dan en la familia.
- Se presenta como objetivo general promover un cambio de actitudes, sentirse capaz de llevar a cabo acciones que incidan en aquellos aspectos que creemos que es posible mejorar.
- Objetivos en esta sesión.
1. Favorecer una primera toma de contacto con el grupo.
2. Compartir inquietudes y experiencias como padres.
3. Reflexionar sobre lo que ha supuesto para cada familia la llegada de los hijos.- Se hace entrega del DOCUMENTO 1: "Aprendiendo a ser padres".
- Realizamos un primer ejercicio, en pequeño grupo, para conocernos y comentar las expectativas que cada uno tiene de esta escuela. Posteriormente hacemos una puesta en común.
- Visionamos dos fragmentos pertenecientes a las películas "COMPROMÉTETE" de Alessandro D´Alatri (2002) y a la película "MATAHARIS" de Iciar Bollain (2007) (Ver corte desde el minuto 2,50 al 4,44) que muestran cómo cambia la vida familiar y personal con la llegada de un bebé.
*¿Qué está pasando?
*¿Con qué nos sentimos identificados?
- Estas son vuestras REFLEXIONES:
- RESUMEN final de la sesión:
En la valoración de nuestro papel como padres y madres,
es importante que tengamos en cuenta los condicionantes que determinan los sentimientos, tareas… que asumimos. Hay dos tipos de condicionantes:
los sociales (valores culturales predominantes, posición de la mujer en el
mercado laboral, etc.) y los microsociales (cómo soy yo, mi pareja, cómo fuimos
educados, en qué valores…).Tendremos en cuenta dichos condicionantes, no para
luchar o lamentarnos de aquellos que no son susceptibles de ser modificados por
nosotros, sino para comprender la situación e introducir cambios en los
aspectos en que sí podamos incidir. Hay
que introducir el cambio partiendo de la premisa de “qué puedo hacer yo para
mejorar esta situación”. Los cambios así planteados tienen una influencia en la
dinámica familiar, producen mejoras en la relación y predisponen a los demás a
ser más positivos y proactivos para asumir sus propios retos.
Existe una enorme variabilidad en los seres humanos,
por lo que no todos los consejos que nos den serán adecuados ni funcionarán las
mismas cosas con todos los niños. No obstante, debemos intentar filtrar la
información que recibimos, ajustarnos a nuestra realidad y reflexionar sobre
aquellas decisiones que creemos más adecuadas, sintiéndonos seguros en nosotros
mismos y en nuestra pareja, adoptando una actitud de confianza en nosotros
mismos, en nuestros hijos y en nuestra pareja. Confiar en que somos capaces de
hacer cambios. Tenemos que tener en cuenta las peculiaridades de los niños pero
también las nuestras; si otros pueden lograr los cambios oportunos para
ajustarse a la nueva situación nosotros también podemos.
El vínculo entre madre e hijo hace referencia al lazo
afectivo que emerge entre ambos y que genera un marco de confianza en el otro y
en la vida. Si no dejamos espacio al padre para que se ejercite, entrene, se
sienta seguro… no estamos permitiendo que establezca el vínculo afectivo con el
bebé, lo que seguirá fomentando que todo recaiga en nosotros.
Se busca no quedarnos
en la emoción, sino realizar un análisis que nos permita identificar las causas
de la misma. Si estamos alegres, reconocer gracias a qué factores. Si estamos
enfadados, cuál es la causa. A partir de aquí identificaremos aspectos
susceptibles de mejorar.
Pero la
premisa básica para establecer un plan de acción dirigido a la mejora es tener en cuenta que los cambios no se promueven cuando los iniciamos con una queja. Es
imprescindible ver cosas positivas en la otra persona, lo cual nos permite, por
una parte, mejorar su predisposición al diálogo, a escuchar lo que tenemos que
decir y, por otra, ampliar muestra perspectiva, saliendo del bucle negativo por
el cual focalizamos nuestra atención solo en los aspectos negativos.
Orientaciones sobre cómo hablar con tu pareja:
- Elegir el lugar y momento adecuado, que convenga a ambos. Es imprescindible estar “esponjados”, dispuestos a absorber positivamente el punto de vista del otros, asumiendo que se puede hablar de todo
- Si estamos enfadados, decirlo abiertamente, posponiendo la conversación a un momento posterior.
- Evitar centrarnos solo en lo negativo. Empezaríamos, como decíamos antes, señalando y valorando lo bueno del otro.
- Transmitir a continuación nuestros deseos, necesidades, sentimientos…
- Comprometernos en la búsqueda de soluciones, proponer cambios que dependan de nosotros mismos.
- IDEAS CLAVES:
- PROPUESTA al grupo: analizar, ante una situación relacionada con la dinámica familiar:
-
¿Qué emociones he tenido?
-
¿Por qué he tenido estas emociones?
(Pincha en este título)
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