miércoles, 2 de noviembre de 2016

Análisis del proceso de llegada de los hijos

PRIMERA SESIÓN: 28 octubre de 2016
  •  Presentación del grupo y de los coordinadores y descripción de la estructura de la escuela de padres, en torno al eje de la comunicación como elemento presente en todas las interacciones que se dan en la familia.
  • Se presenta como objetivo general promover un cambio de actitudes, sentirse capaz de llevar a cabo acciones que incidan en aquellos aspectos que creemos que es posible mejorar
  • Objetivos en esta sesión.
                      1. Favorecer una primera toma de contacto con el grupo.
                      2. Compartir inquietudes y experiencias como padres.
                      3. Reflexionar sobre lo que ha supuesto para cada familia la llegada de los hijos.
  • Se hace entrega del DOCUMENTO 1:  "Aprendiendo a ser padres".  

Aprendiendo a ser padres

  • Realizamos un primer ejercicio, en pequeño grupo, para conocernos y comentar las expectativas que cada uno tiene de esta escuela. Posteriormente hacemos una puesta en común.


  • Visionamos dos fragmentos pertenecientes a las películas "COMPROMÉTETE" de Alessandro D´Alatri (2002) y a la película "MATAHARIS" de Iciar Bollain (2007) (Ver corte desde el minuto 2,50 al 4,44) que muestran cómo cambia la vida familiar y personal con la llegada de un bebé.
            Reflexión en pequeños grupos:
                    *¿Qué está pasando?
                    *¿Con qué nos sentimos identificados?      
                       
                         

  • Estas son vuestras REFLEXIONES:


  • RESUMEN final de la sesión:
         En la valoración de nuestro papel como padres y madres, es importante que tengamos en cuenta los condicionantes que determinan los sentimientos, tareas… que asumimos.      Hay dos tipos de condicionantes: los sociales (valores culturales predominantes, posición de la mujer en el mercado laboral, etc.) y los microsociales (cómo soy yo, mi pareja, cómo fuimos educados, en qué valores…).Tendremos en cuenta dichos condicionantes, no para luchar o lamentarnos de aquellos que no son susceptibles de ser modificados por nosotros, sino para comprender la situación e introducir cambios en los aspectos en que sí podamos incidir.  Hay que introducir el cambio partiendo de la premisa de “qué puedo hacer yo para mejorar esta situación”. Los cambios así planteados tienen una influencia en la dinámica familiar, producen mejoras en la relación y predisponen a los demás a ser más positivos y proactivos para asumir sus propios retos.

         Existe una enorme variabilidad en los seres humanos, por lo que no todos los consejos que nos den serán adecuados ni funcionarán las mismas cosas con todos los niños. No obstante, debemos intentar filtrar la información que recibimos, ajustarnos a nuestra realidad y reflexionar sobre aquellas decisiones que creemos más adecuadas, sintiéndonos seguros en nosotros mismos y en nuestra pareja, adoptando una actitud de confianza en nosotros mismos, en nuestros hijos y en nuestra pareja. Confiar en que somos capaces de hacer cambios. Tenemos que tener en cuenta las peculiaridades de los niños pero también las nuestras; si otros pueden lograr los cambios oportunos para ajustarse a la nueva situación nosotros también podemos.

         El vínculo entre madre e hijo hace referencia al lazo afectivo que emerge entre ambos y que genera un marco de confianza en el otro y en la vida. Si no dejamos espacio al padre para que se ejercite, entrene, se sienta seguro… no estamos permitiendo que establezca el vínculo afectivo con el bebé, lo que seguirá fomentando que todo recaiga en nosotros.

Se busca no quedarnos en la emoción, sino realizar un análisis que nos permita identificar las causas de la misma. Si estamos alegres, reconocer gracias a qué factores. Si estamos enfadados, cuál es la causa. A partir de aquí identificaremos aspectos susceptibles de mejorar.
Pero la premisa básica para establecer un plan de acción dirigido a la mejora es tener en cuenta  que los cambios no se promueven cuando los iniciamos con una queja. Es imprescindible ver cosas positivas en la otra persona, lo cual nos permite, por una parte, mejorar su predisposición al diálogo, a escuchar lo que tenemos que decir y, por otra, ampliar muestra perspectiva, saliendo del bucle negativo por el cual focalizamos nuestra atención solo en los aspectos negativos.
     
        Orientaciones sobre cómo hablar con tu pareja:
  1.  Elegir el lugar y momento adecuado, que convenga a ambos. Es imprescindible estar “esponjados”, dispuestos a absorber positivamente el punto de vista del otros, asumiendo que se puede hablar de todo
  2.  Si estamos enfadados, decirlo abiertamente, posponiendo la conversación a un momento posterior.
  3.   Evitar centrarnos solo en lo negativo. Empezaríamos, como decíamos antes, señalando y valorando lo bueno del otro.
  4.  Transmitir a continuación nuestros deseos, necesidades, sentimientos…
  5.   Comprometernos en la búsqueda de soluciones, proponer cambios que dependan de nosotros mismos.
  •  IDEAS CLAVES:


  • PROPUESTA al grupo: analizar, ante una situación relacionada con la dinámica familiar:
                -        ¿Qué emociones he tenido?
                -        ¿Por qué he tenido estas emociones?

(Pincha en este título) 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ESTE BLOG PRETENDE SER UN ESPACIO DE COMUNICACIÓN E INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN PERO, PARA ELLO, NECESITAMOS TUS APORTACIONES.
ANÍMATE A PARTICIPAR.