Objetivos de esta sesión:
- Analizar por qué surgen los conflictos y qué valor tienen en el proceso de socialización.
- Analizar situaciones en las que pueden surgir conflictos: sueño, alimentación, rabietas y celos.
- Señalar actitudes que favorecen respuestas adecuadas a los conflictos analizados y conductas a evitar.
- Estamos en el ecuador de la Escuela. Vamos a rescatar algunas de las ideas que hemos ido compartiendo entre todos:
- Destacamos que, aunque, existen diversidad de situaciones, en base a las características diversas de los niños y a las nuestras, esto no nos impide que aprovechemos lo que aprendemos aquí ya que, nos enriquece, nos permite aprender de los demás.
- Tomar conciencia de lo que necesitamos mejorar es el punto de partida. Si esto nos genera sentimientos de culpa o de impotencia, nos podemos bloquear o frustar. Es importante confiar en nosotros y en las capacidades de nuestros hijos. Recordamos las cosas buenas que tenemos nosotros y en nuestra familia.
- Marcarnos pequeñas metas o cambios en función de nuestra situación, darnos tiempo y disfrutar de los pequeños avances que podemos hacer. Quedamos estancados en los obstáculos, en la queja...nos impide aprender o mejorar.
RECORDAMOS:- Tomar conciencia de lo que necesitamos mejorar es el punto de partida. Si esto nos genera sentimientos de culpa o de impotencia, nos podemos bloquear o frustar. Es importante confiar en nosotros y en las capacidades de nuestros hijos. Recordamos las cosas buenas que tenemos nosotros y en nuestra familia.
- Marcarnos pequeñas metas o cambios en función de nuestra situación, darnos tiempo y disfrutar de los pequeños avances que podemos hacer. Quedamos estancados en los obstáculos, en la queja...nos impide aprender o mejorar.
- El desarrollo de la autonomía y la seguridad afectiva forman parte de las necesidades básicas de todos los niños.
- El acompañamiento que hacemos de nuestros hijos va pasando por diferentes momentos: al principio necesitan todo nuestro apoyo, y poco a poco ellos van siendo capaces de desplazarse, explorar, expresar con más medios sus necesidades,…sin nuestra ayuda. Se va logrando el sentimiento de “yo puedo”
- En ocasiones, estamos atrapados por el “miedo”, el “miedo a actuar” paraliza. Hay que asumir que cuando damos autonomía a nuestros hijos estamos asumiendo riesgos. Por ello, es importante solucionar nuestros propios miedos, gestionar nuestras propias carencias, no cubrir nuestras necesidades a través de nuestros hijos. Es importante trabajar nuestras inseguridades afectivas, explorando nuestras emociones, aprender a “cuidarnos” a nosotros mismos, bien solos o bien apoyándonos en pareja.
- Importante analizar la “dependencia” que solemos tener de la opinión de los demás, pensar que por la conducta de nuestros hijos pueden otros pensar que nosotros somos así. Tenemos derecho a ser los padres que queremos ser, elegir cómo hacemos las cosas y tener la capacidad de defender la postura que adoptemos ante los demás.
- Admitir que no somos perfectos y que el error puede ser una fuente de aprendizaje, son buenos puntos de partida para cambiar y mejorar como padres y madres y evitar “sentimientos de culpabilidad” que sólo sirven para bloquearnos.
- Todos podemos utilizar en algunos momentos frases inadecuadas. Lo importante es observar el lenguaje y nuestra forma de comunicarnos con nuestros hijos. Si estas “frases negativas” son frecuentes y son las que predominan, tenemos que hacer un esfuerzo en evitarlas y trasformaslas. Nuestro estilo educativo lo vamos configurando en la medida en que establecemos el vínculo de afecto con nuestros hijos y vamos aprendiendo juntos.
- Aunque nadie tenemos un estilo educativo puro y único, debemos identificar donde estamos, si en un estilo más sobreprotector, más estricto y controlador, etc. y dirigir los esfuerzos a compensar nuestras carencias.
- Es necesario pararnos, ver cómo estamos y no tener miedo a los cambios. Teniendo en cuenta que éstos no son rápidos.
- El desarrollo de la autonomía requiere confianza en nosotros mismos y en la capacidad de nuestros hijos. La sobreprotección no ayuda a alcanzarla, pero esta sobreprotección puede ser muy evidente o manifestarse más sutilmente: como permisiva, autoritaria, como chantaje emocional…
- La autonomía supone un reto para el adulto y el niño: es el logro del sentimiento de “yo puedo” (soy capaz). Ahora bien, “no lo puedo todo”, el niño también tiene que aprender que hay normas y límites que regulan mi comportamiento.
PUESTA EN COMÚN: Análisis de las frases del día anterior.
- PRESENTACIÓN DEL CONTENIDO DE LA 4ª SESIÓN:
(Pinchar en la imagen para ver la presentación)
- Los conflictos y el proceso de socialización:
El conflicto forma parte del proceso de socialización ya que, no todo lo que los niños desean hacer es posible, bien por cuestiones culturales y/o sociales o bien por su propia seguridad física e integridad.
En estas edades nuestros hijos tienen que aprender normas y límites en relación a su seguridad física, seguridad emocional (aprender a separarse de la figura de apego y ampliar relaciones), normas de convivencia y normas y límites relacionados con los hábitos de autonomía (aseo, comida...)
En estas edades nuestros hijos tienen que aprender normas y límites en relación a su seguridad física, seguridad emocional (aprender a separarse de la figura de apego y ampliar relaciones), normas de convivencia y normas y límites relacionados con los hábitos de autonomía (aseo, comida...)
Cuando un niño se enfrenta con el NO o con un límite que frena su curiosidad o experimentación, esto genera gran frustración. El niño debe aprender a controlar y canalizar esta frustración con tiempo y con la ayuda de los padres. Ese aprendizaje es crucial para su socialización.
Es importante ajustar las normas y los límites al momento evolutivo en el que están nuestros hijos, ir ajustándolas a su crecimiento y circunstancias. Tener en cuenta que si son claras y pocas, coherentes y estables, será más fácil que nuestros hijos aprendan. Asimismo, reflexionar sobre la importancia de los modelos que ofrecemos así como de la ayuda y acompañamiento que pueden necesitar para hacer estos aprendizajes.
La manera de ser de nuestros hijos, su personalidad y temperamento son un factor a tener en cuenta, al igual que nuestra seguridad y firmeza a la hora de enfrentarnos a lo que esto representa.
CASOS PRÁCTICOS:
Es importante ajustar las normas y los límites al momento evolutivo en el que están nuestros hijos, ir ajustándolas a su crecimiento y circunstancias. Tener en cuenta que si son claras y pocas, coherentes y estables, será más fácil que nuestros hijos aprendan. Asimismo, reflexionar sobre la importancia de los modelos que ofrecemos así como de la ayuda y acompañamiento que pueden necesitar para hacer estos aprendizajes.
La manera de ser de nuestros hijos, su personalidad y temperamento son un factor a tener en cuenta, al igual que nuestra seguridad y firmeza a la hora de enfrentarnos a lo que esto representa.
CASOS PRÁCTICOS:
- Analizamos, en pequeños grupos, los casos prácticos que os proporcionamos la semana anterior y tratamos de contestar a las siguientes preguntas:
- Necesidades de los padres en esta rutina
- Necesidades de los hijos
- Actitudes que debemos favorecer
- Actitudes que debemos evitar.
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