TERCERA SESIÓN: 19 de noviembre de 2024
- Objetivos en esta sesión:
- Reflexionar sobre la importancia de facilitar el desarrollo de la autonomía de los hijos.
- Analizar la influencia de los estilos de comunicación en el proceso de socialización.
- Identificar las actitudes que favorecen la socialización y la independencia en los hijos.
La seguridad afectiva, es entendida como una importante necesidad psicológica, que es sentirse querido de forma incondicional.
Se adquiere a partir de la creación del vínculo afectivo que desarrollemos con nuestros hijos y depende de nuestra capacidad para ser sensibles a sus necesidades y de cómo las cubrimos. La creación de este vínculo implica por tanto el desarrollo de la empatía.
Somos capaces de ir fomentando esta seguridad afectiva cuando pasamos buenos momentos con nuestros hijos, expresamos con palabras y con gestos que les queremos y les mostramos nuestra confianza.
Es fundamental no poner etiquetas al niño, distinguir lo que son de lo que hacen, especialmente cuando les corregimos alguna conducta.
Otros elementos esenciales para fomentar la seguridad afectiva son
- La creación de un clima cálido, de respeto, de confianza.
- Ser capaces de mantener la calma y serenarnos ante las dificultades y conflictos del día a día.
- Dedicar tiempo a ver cómo estamos nosotros mismos, potenciando nuestras fortalezas y detectando nuestras aristas para trabajar sobre ellas.
- Desarrollar la confianza en nuestros hijos, pero es muy difícil llegar a este punto si nosotros no nos sentimos igualmente confiados.
TERCERA SESIÓN: Presentación del contenido:
- La autonomía supone un reto para el adulto y el niño: es el logro del sentimiento de "yo puedo" (soy capaz). Ahora bien, "no lo puedo todo", el niño también tiene que aprender que hay normas y límites que regulan mi comportamiento.
- Para que el niño pueda llegar a sentirse capaz, es necesario que se sienta seguro para explorar y relacionarse con el entorno. Por ello, la seguridad afectiva y la autonomía están estrechamente relacionadas.
- La conquista sucesiva de situaciones en las que se promueve la autonomía, el sentirse progresivamente más capaz, tiene una gran repercusión en el desarrollo de la autoestima.
- La autoestima se va conformando sobre la toma de conciencia de cómo otros nos perciben, de la imagen que nos devuelven de nosotros mismos. Por tanto, la percepción y valoración que el niño tiene de sí mismo, depende esencialmente de la imagen que los padres le devolvemos. Si le transmitimos confianza en sus capacidades y vamos promoviendo la autonomía con una exigencia adecuada a su edad, estamos contribuyendo al desarrollo de una autoestima equilibrada.
- En el lado contrario, la sobreprotección aparece como una actitud que no fomenta ni la autonomía ni la autoestima del niño. Suele aparecer vinculada al miedo a asumir riesgos. Como padres, debemos plantearnos qué miedos tenemos y valorar si están socavando la autonomía de los niños, de modo que podamos aprender a manejarlos sin proyectarlos en la relación que establecemos con ellos.
- Visionamos el montaje de vídeo "El extraño caso del cangurito" y el corto "Piper". Podéis ver los vídeos de nuevo pinchando en las imágenes correspondientes. Después, todos juntos, REFLEXIONAMOS sobre las siguientes cuestiones:
- ESTILOS EDUCATIVOS: De nuevo, analizamos e intentamos identificar los estilos educativos que subyacen en nuestra forma de actuar con los hijos. ¿En qué grado interfiere en la seguridad afectiva y la autonomía de los hijos?
Aunque nadie tiene un estilo educativo puro y único, debemos identificar dónde estamos, si en un estilo más sobreprotector o más estricto y controlado, etc. y dirigir los esfuerzos a compensar nuestras carencias.
Habría que analizar igualmente cómo se ubican estos estilos dentro de la pareja y evitar solucionar los desencuentros delante del niño, por muy pequeño que sea. Tenemos que encontrar lo mejor del otro y evitar agudizar los extremos.
Os invitamos a REFLEXIONAR, primero individualmente (porque cada uno llevamos una historia detrás) y luego con nuestra pareja sobre las siguientes cuestiones:
- ¿Con qué estilo educativo me identifico?
- ¿Cuál va a ser nuestro estilo educativo como pareja?¿Qué cambios queremos hacer?
RESUMEN final de la sesión: IDEAS CLAVES.
Ø El desarrollo de la autonomía junto a la seguridad afectiva, forma parte de las necesidades básicas de todos los niños.
Ø El acompañamiento que hacemos de nuestros hijos va pasando por diferentes momentos: al principio necesitan todo nuestro apoyo, y poco a poco ellos van siendo capaces de desplazarse, explorar, expresar con más medios sus necesidades...sin nuestra ayuda. Se va logrando el sentimiento de "yo puedo".
Ø En ocasiones, estamos atrapados por el miedo, "el miedo a actuar" paraliza. Hay que asumir que cuando damos autonomía a nuestros hijos estamos asumiendo riesgos. Por ello, es importante solucionar nuestros propios miedos, gestionar nuestras propias carencias, no cubrir nuestras necesidades a través de nuestros hijos. Es importante trabajar nuestras inseguridades afectivas, explorando nuestras emociones, aprender a "cuidarnos" a nosotros mismos, bien solos o bien apoyándonos en pareja.
Ø También es importante, analizar la "dependencia" que solemos tener de la opinión de los demás, pensar que por la conducta de nuestros hijos pueden otros pensar que nosotros somos así. Tenemos derecho a ser los padres que queramos ser, elegir cómo hacemos las cosas y tener la capacidad de defender la postura que adoptemos ante los demás.
Ø Admitir que no somos perfectos y que el error puede ser una fuente de aprendizaje, son buenos puntos de partida para cambiar y mejorar como padres y madres y evitar "sentimientos de culpabilidad" que sólo sirven para bloquearnos.
Ø Es indudable que el ambiente en el que, nosotros como padres, nos hemos educado influye en la forma que educamos a nuestros hijos. Sin embargo, nuestro estilo educativo lo vamos configurando en la medida en que establecemos el vínculo con nuestros hijos y vamos aprendiendo juntos.
Ø Es necesario pararnos, ver cómo estamos y no tener miedo a los cambios. Teniendo en cuenta que éstos no son rápidos. El desarrollo de la autonomía requiere confianza en nosotros mismos y en la capacidad de nuestros hijos. La sobreprotección no ayuda a alcanzarla, y esta sobreprotección puede ser muy evidente o manifestarse más sutilmente: como permisiva, autoritaria, como chantaje emocional...
- REFLEXIÓN sobre las siguientes cuestiones:
- Me paro, observo las características de mis hijo/as y entiende sus reacciones?
-¿Planificamos el día teniendo en cuenta las necesidades de todos?
-¿Cómo facilito la autonomía de mi hijo/a?¿Están interfiriendo mis miedos?